Hipertexto y conocimiento
"el hipertexto electrónico se concibe como un entorno de acción" en donde el texto se toma como objeto al ser recorrido ,escrutado, escudriñado, analizado e interpretado. Así mismo adquiere vida al hacerse partícipe de una construcción o de una creación al establecer relaciones en el trayecto de las diferentes lexias. También se puede tomar como un paisaje para explorar de varias formas: estriadamente y lisamente. En la primera se hace con referencias y trayectos establecidos, dominados por la racionalidad, la causalidad, la secuencia y la rutina. En la segunda se hace un recorrido al azar, de modo dinámico, librado de manipulaciones y transformador. Esto lleva al lector a crear y descubrir.
Cuando se habla de que el hipertexto se hace partícipe de una creación, me refiero a que el hipertexto facilita al lector la construcción de su propio conocimiento, porque desde su estructura funciona como el proceso de cognición: el sujeto cognoscente adquiere la información, busca nodos para relacionarla con experiencias sensoriales vividas, con experiencias oníricas, textos impresos o digitales leídos; entonces, asocia, crea o transforma esa información proponiéndola de acuerdo con sus intenciones, intereses o las exigencias del medio. Así mismo, el lector aborda el hipertexto, lo interpreta, activando los nodos que le impactan de manera subjetiva; lo relaciona con otro referente ya leído del mismo o de otros textos y puede o no proponerle planteamientos alternos. Por ejemplo: cambiar el final, darle un giro a la historia, desplegar algún fragmento suelto de una narración, emplear personajes o situaciones preexistentes en la literatura para crear otra, etc.
Esta es la propuesta del hipertexto desde el pensamiento asociativo y divagante.
El hipertexto, de acuerdo con Jean Clement, tiene unas características retóricas, en su estructura, que son: sinécdoque creciente, asíndeton y metáfora. La primera consiste en que el fragmento o recorrido se toma por el todo; sin embargo, nunca se visualizará por completo. La segunda, el asíndeton, es la ausencia de conexiones. Por eso cada fragmento flota en la pantalla; además no es aceptada en hipertextos informativos, explicativos o argumentativos, porque el lector busca justificación intelectual para los saltos de pensamiento. Y la última permite que un fragmento se preste a varias lecturas según los intereses del lector, por tanto, se desdibuja el poder del autor y el texto potencia su capacidad polisemántica.
También se puede tomar como un paisaje para explorar de varias formas: estriadamente y lisamente. En la primera se hace con referencias y trayectos establecidos, dominados por la racionalidad, la causalidad, la secuencia y la rutina. En la segunda se hace un recorrido al azar, de modo dinámico, librado de manipulaciones y transformador. Esto lleva al lector a crear y descubrir.
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